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Cómo alcanzaban la fama las pintoras del s. XVI

Las mujeres han estado presentes en la historia del Arte desde las pinturas en cuevas. Pocos nombres han trascendido verdaderamente al imaginario colectivo. Pero es cuando se empieza a tirar del hilo que aparecen cada vez más y más mujeres artistas que triunfaron y se crearon nombres propios.

 

En casi todos los casos, sin embargo, sus éxitos provienen de una serie de hechos excepcionales. En las mujeres artistas desde el periodo renacentista hasta el barroco se trazan unos puntos comunes que todas comparten. Analicémoslos:

 

o   Al igual que los hombres, provienen de familias artistas. Generalmente el padre de familia es dueño de un taller en el que cuenta con ayudantes y pertenece al gremio de pintores. Es con la instrucción de padres a hijos como estás niñas aprenden el arte del dibujo y la pintura (recordemos que tenían prohibido acudir a escuelas y academias).


o   Los padres de estas artistas, no suelen ser personas que han alcanzado el éxito y la fama profesional. De ser así, desafortunadamente, los hijos tienden a quedar a la sombra del éxito paterno.

Esto implica que en el hogar familiar no hay abundancia de dinero y por tanto es necesario que también las mujeres participen en la economía familiar. Se les abren así espacios que normalmente están destinados únicamente a los hombres.  


o   Además, estas mujeres artistas han de ser las primogénitas y de familia en que no hay hijos varones. En el momento en que hay un hombre con un talento mínimo, se convierte en el elegido para recibir la formación artística.

 

Esto nos lleva a pensar en aquellas mujeres que trabajaron en talleres de mayor reconocimiento o tuvieron hermanos varones, de las cuales nunca conoceremos sus obras, pues al carecer de nombre propio fueron firmadas con el nombre del artista del taller. En muchas ocasiones, además, estas artistas en potencia se casaban también con pintores y su propia obra se terminaba otorgando a su padre, a su hermano o bien a su marido. Este puede ser el caso de la esposa de Velázquez, Juana Pacheco, entre tanta otras.

 

Mi recomendación de hoy son tres pintoras que no podéis perderos. La triada italiana del alto renacimiento y barroco Sofonisba Anguissola, Lavinia Fontana y Artemisia Gentileschi.



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